Todo un Divo



Noticias | 23/Septiembre/2014

Con reclamos de algunos admiradores, Luis Miguel se convirtió en el primer cantante latino en llenar el recién remodelado Forum de Inglewood.

En la primera de dos fechas en este recinto para poco más de 17 mil asistentes, El Sol causó gran expectación por su actuación en este sitio del suroeste de la ciudad. El vendedor de más de 100 millones de álbumes en su carrera interpretó sus temas a lo largo de 90 minutos, tiempo en el que sus más sonados éxitos le fueron vitoreados y celebrados de pie.

Sin embargo, cuando hizo algunos arreglos a otras canciones, ahí sí el público se mantuvo sentado para disfrutar sus interpretaciones.

Causó expectación el rumor de que cantaría por primera vez Déjá vu, el sencillo que recién lanzó después de cuatro años de no presentar algo nuevo, pero por ahora no se escuchó aquí. No obstante, los presentes le festejaron que entonara Suave, Sol Arena y mar, Hasta que me Olvides, Te Necesito y Por Debajo de la Mesa, entre otros.

Pero donde más emocionó fue cuando interpretó con mariachi México en la Piel, Si nos Dejan, Amanecí Otra vez, Viajero, La Bikina, Sabes una Cosa y Cielito Lindo.

De esta forma se volvieron a escuchar sus éxitos de los 80 y 90, algunos con arreglos musicales. En este marco entregó algunas flores blancas a las primeras filas.

* Las que faltaron

Entre los temas que no se escucharon fueron Tengo Todo Excepto a ti, Palabra de Honor y No sé tú, entre muchos más.

En la parte final entonó Separados, Directo al Corazón, Vuelve, Eres, Cómo es Posible que a mi Lado y cerró con Te Propongo Esta Noche.

Como ya es habitual en él, mientras cantaba se observaba en los monitores de los costados y de manera frecuente, que regañaba a los músicos por aparentes fallas.

Casi sin tener interlocución con el público, además de un par de "¡Viva Mexico!", en una parte preguntó que si ya querían que se fuera el mariachi, y ante la negativa añadió: "¡Cómo son populares!". El cantante se presentó de forma impecable ataviado con traje y corbata negros con camisa blanca, y después se cambió a playera con chaleco y pantalón negros, y regresó ya sin chaleco, pero con enorme cinturón plateado.

Como ya ocurrió en Las Vegas, mientras cantaba atrajo a la que es su pareja en turno, la tomó de la nuca y le dio un beso en la boca.

En el concierto, el nacido en Puerto Rico pero desarrollado en México, de 44 años y padre de tres, estuvo acompañado por 12 mariachis, 10 músicos y una corista.

Los reclamos se dieron en la parte final, cuando algunos le protestaron que no haya regresado a la petición tradicional de la canción extra cuando parecía que se daría.

Mientras se apagaban las luces, el público emocionado se unió al coro de "¡otra! ¡otra!". Y después de varios minutos se prendieron las luces, pero el cantante no regresó.

Ahí un grupo empezó a reclamar y hubo gritos y silbidos. Hasta el futbolero "ehhhhh... ¡uto!" y el "...ulero!" se dejaron escuchar.

Por: oem



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Orizaba, Veracruz, México.